Hi Mate (Parte II)

Dicho y hecho. Con una excusa un poco penosa, le dije a Jenny que en dos días me tenia que ir, que lo sentía mucho pero no podría estar allí el mes que le había dicho en un principio... Volví a hacer mi mochila y a reorganizar un poco los siguientes pasos que quería dar.

Había varias opciones, irme directamente a otra granja o viajar y conocer un poco. Pero después de la pésima experiencia que había tenido creí conveniente turistear un poquito.

 

Así que me fui para Noosa, pueblo costero y surfista no muy especial pero con el Zoo de Australia bien cerquita.

Por alguna extraña razón me apetecía mucho visitar lo que Steve Irwin había creado dentro de su cordura y su locura. Y verdaderamente es para vivirlo. Lo que se refiere al zoo como instalación, me parece el mejor zoológico que he visto en mi vida (tampoco he visto tantos...). Las instalaciones son impresionantes. Limpias, espaciosas y sobre todo muy adecuadas al animal que la habita sin obviar el trato que tienen continuamente los cuidadores con los animales. La entrada cuesta lo suyo (46 dólares australianos con carnet de estudiante) pero, después de ver todo el reciento, os prometo que no te sientes tan mal por haber gastado ese dinero. El recinto de los tigres, los cocodrilos y los elefantes. El de los kanguros es increíble, más grande que dos campos de futbol, con los animales sueltos, donde el visitante les puede dar comida y acariciar siempre que el animal quiera. Y el de los koalas muy parecido a este ultimo.

Pero todo lo que se refiere a Steve Irwin es un poco heavy. Nadie diría que ese hombre lleva muerto más de cuatro años. Parece que en cualquier momento puede salir de algún rincón del zoo a saludarte o a darle de comer a algún cocodrilo... esta, lo que se dice, en todas partes!!!! Y la familia... eso es todo un señor un show. La hija, que debe tener unos 12 años, monta un show a lo Xuxa que no os lo podéis imaginar, bailando y cantando...  y luego en el espectáculo de los cocodrilos salen los tres, es decir, la mujer, la hija y el hijo pequeño. Claro esta,  el video introductorio al show esta presentado por Steve y en el show no hacen otra cosa que hablar de Steve... Supongo que es la forma que tienen de que el "alma" de Steve no se vaya nunca de su lado ni del zoo o tal vez es la única forma que tienen de mantener viva la locura del "hombre de los cocodrilos" y que siga dando tanto dinero todo ese espectáculo... mira no lo se pero extaño me parecio y mucho... En conclusión, mi visita al zoo fue de los más productiva y divertida posible.

Después de Noosa me fue para Hervey bay. Este pueblo no tiene absolutamente nada, pero es la entrada a Fraser Island, y eso si que tiene mucho. Se acercaba mi cumpleaños y tenia muchas ganas de hacer algo especial aunque algo costoso.. pero... que no es costoso en Australia?

Así que me fui 3 días para Fraser Island. Esta isla esta considerada una de las islas más grandes de arena en el mundo. Y la verdad es que lo que son carreteras no tiene. Se tiene que ir con 4x4 (los nuestros color rosa...) por las playas. La aventura fue genial. Un cumpleaños de los más diferente. La gente muy divertida. Una pareja de holandeses un poquillo peculiares pero que al final acabaron cayéndome muy bien, otro holandés que no hacia mas que hablarme de la final de la copa del mundo, que pesado... Un francés, Rafael, de lo más divertido que os podáis imaginar, nuestras conversaciones eran tan entretenidas que no parecía ni que habláramos en ingles!!! Una alemana que se volvía para su país al poco tiempo y no paraba de beber y lamentarse y más gente que hizo posible un viaje inolvidable. Claro que también ayudo la isla... algo especial tiene ese sitio que hace que cada momento y cada sitio sea único. Tal vez es el barco que encallo allí hace mas de 60 años o los miradores donde se pueden avistar cualquier animal acuático o las noches locas de camping con toda la gente...

Después de estar viajando algo más de una semana tocaba ya volver a plantearse el trabajar un poco más... Así que contacte con otra granja wooffer y me fui para allí, con un poco de miedo e intriga, la verdad.

Por fin llegue al destino que yo esperaba, una granja ganadera perdida en medio del bosque dirigida por un matrimonio espectacular. Creo que si tuviera que elegir algo para repetir en Australia repetiría mi experiencia en esta granja. Bill y Frances, un matrimonio de unos 65 años, encantadores, con una paciencia con mi ingles increíble, divertidos, serviciales, amables, buena gente y, a mi parecer, bastante religiosos. Compartieron todo lo que tenían conmigo y me enseñaron absolutamente todo lo que quise y pude recoger en el tiempo que estuve allí.

Otro día la historia de la segunda granja!!!